viernes, 28 de febrero de 2014

El color en la imagen

¿Qué es el color?

El universo es un campo magnético de cargas positivas y negativas que vibran y producen ondas electromagnéticas de forma constante. Cada una de estas ondas posee una longitud y una velocidad de vibración distintas; juntas forman el espectro electromagnético.

El espectro electromagnético

Podemos ver aproximadamente el 40% de los colores que se encuentran en la luz solar. Por tanto, aunque la luz blanca parece carecer de color y ser infatigable, se halla formada de diferentes vibraciones de color que poseen no sólo longitudes de onda, sino también una estructura corpuscular. La energía radiante de la luz blanca pura constituye un factor vital para nutrir los cuerpos y cada vibración de color posee sus propias cualidades.



Los colores de la luz

Los colores de la luz solar se hacen visibles a nuestros ojos cuando la luz blanca pasa a través de un prisma. Dado que cada uno de los colores posee una longitud de onda distinta, se curvan de modo también diferente. El arco iris aparece cuando las gotitas de agua en el cielo actúan como prismas naturales. Al atravesar esas gotitas diminutas cada uno de los diferentes rayos se curva en un grado distinto; se crea así un arco iris. Los colores del arco forman una “octava” de luz y se conocen como tonos auténticos.



A cada lado del espectro visible hay muchas longitudes de onda que no podemos ver. La luz ultravioleta está inmediatamente después del violeta, y todavía más allá aparecen rayos electromagnéticos con frecuencias que aumentan a medida que las longitudes de onda progresivamente se acortan. Entre estas longitudes de onda se encuentran los rayos X y los rayos gamma.
En el extremo opuesto, a continuación de la luz roja, se halla la luz infrarroja. Al igual que el color rojo, posee propiedades acogedoras, aunque despide un calor más concentrado. Estas propiedades se utilizan en las lámparas infrarrojas. Más lejos se encuentran otros rayos electromagnéticos, con longitudes de onda que aumentan y frecuencias que disminuyen; esta últimas incluyen las ondas de radio.

La luz blanca puede dividirse en tres colores básicos o primarios: naranja-rojo, verde y azul-violeta. Cuando estos colores de luz se proyectan juntos dan lugar a la luz blanca (por ejemplo, si un técnico de iluminación de un teatro combina focos de esos tonos). Este fenómeno se denomina Mezcla aditiva de colores.



Los colores de los pigmentos

Los colores que conforman los pigmentos que utilizamos en pinturas, telas, maquillajes, etc., son diferentes: se obtienen mediante sustracción de la luz. Este efecto produce otro trío de colores primarios: rojo-magenta, azul-cyan y amarillo (se consideran primarios porque no se pueden obtener a partir de otros colores). Cuando se combinan los tres juntos producen el color negro. Esta característica se la denomina Mezcla sustractiva.

MAQUILLAJE "TAXI" DE BARCELONA

Los taxis modernos con herederos de los coches de caballo de alquiler del siglo XIX. Como automóviles con motor, aparecieron en Barcelona el mismo año que los primeros autobuses, en 1906.
Fueron seis taxis en una única parada en la Rambla, cerca del Arc del Teatre. Por aquella época ya se veían circular algunos automóviles por la ciudad, pero no fue hasta el 3 de agosto del año siguiente que, cuatro meses antes de la creación de la Guardia Urbana, se matriculó el primer coche.


El porqué del color amarillo


A principios de los años veinte, los taxis matriculados en Barcelona eran cerca de 250, aunque
los vehículos que se utilizaban como automóviles de plaza de alquiler eran cerca de un millar.
Dentro de la ciudad había un total de 64 paradas y los clientes eran tan escasos que ningún
taxista se aventuraba a ir a buscarlos para no perder el derecho de parada. Esto propició
imágenes curiosas como las costilladas que los taxistas hacían en las paradas de la plaza de
Catalunya. Pero esta década fue la de la expansión definitiva de la industria del taxi.

En 1924, el Ayuntamiento aprobó un Código de Circulación que, entre otras medidas, hizo
obligatorio el uso del taxímetro e impuso una raya pintada bajo la ventana de los pasajeros y la
parte posterior de cada taxi para identificarlos mejor.

El color variaba según la tarifa: blanca, 40 céntimos por kilómetro; roja, 50 céntimos; amarilla, 60 céntimos y azul, 80 céntimos por kilómetro.


Con la Exposición Universal de 1929 a la vista, la flota barcelonesa de taxis creció hasta cifras
exageradas – 4.000 vehículos – en una ciudad que no llegaba al millón de habitantes. La
competencia entre la empresa David, la multitud de nuevas compañías privadas y los
autónomos, por una parte, y de todo el sector del taxi con los tranvías, los nuevos autobuses y
el metro, por la otra, provocó auténticas guerras de precios y prácticas como la de transportar
varios viajeros a la vez o la de utilizar mototaxis con sidecar.

Tras el boom de la Exposición, muchas empresas cerraron e incluso la gran compañía David,
que se vanagloriaba de no rebajar nunca sus tarifas, creó una filial llamada Goliat que sí que lo
hizo para afrontar la crisis. En julio de 1930 el Ayuntamiento impuso un poco de orden en el
sector: estableció la obligatoriedad de un mínimo de dos años de experiencia como chofer para
obtener la licencia y la tarifa única de 60 céntimos por kilómetro. En la práctica esto supuso
institucionalizar el característico color amarillo como uniforme de los taxis barceloneses, que no
se generalizó completamente hasta 1934.



El maquillaje

Tomando como referencia los tonos amarillo y negro comenzamos el maquillaje de homenaje al taxi barcelonés.

Fondo claro, correciones y polvos traslúcidos como base sobre la piel perfectamente limpia e hidratada.

Trazamos la línea de la cuenca para estructurar el ojo estilo años 70. Comenzamos el trazo con un lápiz negro el cual difuminaremos sutilmente y sobre el mismo aplicamos sombra negra para intensificar el efecto.

El pápado móvil lo rellenamos con color amarillo "taxi". Debajo de la ceja amarillo luminoso.

Delineamos el párpado inferio con el mismo lápiz.

Realizamos un eye liner en negro en el pápado superior. Acabamos con máscara de pestañas en negro.

Perfilamos los labios suavemente en negro y rellenamos con amarillo. Aplicamos gloss sobre el amarillo.

Y aquí tenemos el maquillaje acabado:







Esperamos que os haya gustado


Ana Morte